sábado, 25 de agosto de 2012

Parador de Cáceres


             El lugar protagonista de esta entrada quizá sea una de las ciudades que más me han sorprendido de las muchas visitadas y no me cuesta reconocer que por puro desconocimiento. Si a una ciudad impresionante sumas un palacio recientemente restaurado, obtienes nuestro destino.
Tras una breve estancia en el Parador de Guadalupe para visitar su famoso Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, construido con elementos góticos, renacentistas y barrocos, y una breve parada para visitar la ciudad de Trujillo, con parada gastronómica obligada en su famoso restaurante “La Troya”, donde el aperitivo mientras esperas tu comida es una señora ensalada, un generoso plato de embutido y una tortilla de patatas… imposible afrontar después con garantías un plato de fabada y un rabo de toro; llegamos al protagonista de esta entrada. 
Nos encontramos a 300 km de Madrid, en una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986 y conjunto urbano de la Edad Media y del Renacimiento más completo del mundo, siendo considerado el tercer conjunto monumental de Europa, solo por detrás de Praga y Tallín… impresionante.

Seguro que muchos de vosotros ya sabréis que nos encontramos en la ciudad de Cáceres. El recinto amurallado de Cáceres contiene el conjunto de arquitectura civil y religiosa más importante del renacimiento español que se conserva intacto. La gran mayoría de sus palacios datan del siglo XIV y se han mantenido hasta nuestros días debido a que la mayor parte de los mismos continúan ocupados, aún hoy, por familias de alta alcurnia. Pues bien, dentro de esta maravilla arquitectónica únicamente existen dos establecimientos hoteleros. El primero, el Parador de Cáceres, cerrado durante dos años para su remodelación, reabrió sus puertas a mediados de 2011, una vez convertido el palacio del siglo XIV en el que se encuentra en un formidable hotel de lujo. El segundo, el recientemente abierto Relais & Chateaux de Cáceres, ubicado a escasos 100 metros del Parador. La calidad de estos dos únicos establecimientos da muestra de la exclusividad del lugar.

Pues bien, aunque no descarto visitar en algún momento el Relais & Chateaux, en esta ocasión tocó alojarse en el Parador.

Aquellos que seáis clientes habituales de Paradores sabréis que muchos de los mismos están extremadamente antiguos por dentro. Paradores está intentando llevar a cabo una exhaustiva remodelación de su red hotelera, si bien la situación económica actual no está ayudando, por lo que parece un proyecto que se alargará en el tiempo. Ahora mismo, la diferencia existente entre los hoteles reformados y el resto es abismal… da gusto alojarse en edificios históricos con interiores modernos, tales como Argomániz, Alcalá de Henares, Cáceres…

Tras la puerta de vuestra habitación encontraréis amplios espacios. Os dará la bienvenida un amplio recibidor decorado con gran gusto y que os conducirá tanto a la habitación como al baño, ambas dependencias fantásticas. A la habitación no podría ponerle ni un pero. Es perfecta.

Como no podía ser de otro modo, el desayuno ofrecido por el hotel es exquisito. Como ya comenté en la anterior entrada, este hotel también dispone de Carta de Cortesía, por lo que los platos calientes del desayuno están recién hechos. En esta ocasión, resaltaría especialmente la cantidad y la calidad, tanto de dulce como de salado.

Los que hayáis leído mi anterior entrada sobre el Parador de Úbeda, sabréis que una de las cosas más criticadas fue la carencia de parking. Este hotel presenta el mismo problema, pero en este caso es improcedente cualquier tipo de crítica… como podéis leer más arriba nos encontramos en un lugar único en el mundo, el casco histórico de Cáceres está cerrado al tráfico lo que hace que únicamente pueda accederse al mismo si pernoctas dentro del mismo. El acceso al casco histórico está regulado por un bolardo. Una vez pasado éste, subir por la primera calle de la izquierda y girar la primera a la derecha. El hotel dispone ahí de unas 8 plazas de aparcamiento, claramente escasas para este hotel, pero es lo que hay.

El precio por un fin de semana con desayuno puede estar en torno a los 260 €. Pasear por este destino es una pasada tanto de día como de noche, cuando las callejuelas de esta pequeña ciudad renacentista son iluminadas por colores de otro tiempo. Aunque es posible encontrarlo por un mejor precio, el destino y la calidad del hotel elegido me hacen considerar este precio como aceptable.

No os deseo que os guste, porque estoy seguro de ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario