Siendo así, es importante encontrar soluciones... el hotel pone a disposición de los huéspedes un servicio de traslado tanto al aeropuerto como a Plaza Cataluña en intervalos de 1 hora aproximadamente... el traslado al centro supone alrededor de 10 - 15 minutos... se aconseja estar un poco antes de la salida del micro-bus ya que solo dispone de 16 plazas.
Otra alternativa sería hacer uso del transporte público. Tenemos la parada de metro de Hospital de Bellvitge a menos de 5 minutos caminando... llegar al centro os supondrá unos 25 minutos... por último, tenemos como tercera opción coger un taxi... existe una parada en la entrada del hotel y el coste al centro rondará los 12 euros...
Como os digo, la distancia al centro de la ciudad es bastante, por lo que recomiendo sopesar muy mucho este punto antes de decantarse por este hotel.
En su favor hay que decir que es un magnifico hotel.
Las instalaciones son fantásticas... de decoración moderna pero con mucho gusto, ya sabéis nada extravagante... todo el hotel presenta imponentes cristaleras, dando la sensación de amplitud... cuenta con un Spa de la cadena Metropolitan, así como con una estrella Michelin en su flamante restaurante de la cúpula (Evo), gestionado por Santi Santamaria... me encantaría poder decir que he probado sus platos, pero el precio me parece totalmente desorbitado... quizá en otra ocasión...
Y llegamos a la habitación... lo principal son sus dimensiones... han conseguido dar la ya indicada sensación de amplitud, juntando el baño con el vestidor, dejando en dos dependencias independientes wc y ducha, la cual merece una mención especial por su columna de hidromasaje... la mezcla del negro en paredes y suelo con multitud de espejos generan un ambiente muy acogedor... igualmente es de reseñar las amenities de Etro. Puede que echéis en falta otro tipo de complementos como cepillo de dientes o gorro de ducha... en principio no están puestos, pero pueden solicitarse y en unos minutos los tendréis en la habitación.
La pared del fondo de la habitación es un enorme ventanal que hace las dependencias muy luminosas... la cama es king size y muy confortable... por supuesto, con su carta de almohadas correspondiente... las dependencias se completan con un cómodo sofá delante del ventanal...
El desayuno es acorde al hotel... es un buffet pequeño, nada de grandes cantidades, pero eso sí, de muy buena calidad, salvo por un pequeño detalle que un hotel de este nivel no puede permitirse... el zumo no es natural...
Para terminar, indicar que no parece un hotel muy frecuentado por españoles... sus principales clientes parecen ser ingleses, alemanes y japoneses, por lo que notaréis que parte del personal no es español.
A pesar de que el hotel es muy bueno, no lo recomendaría para ir en plan turista a Barcelona.
